La declaración de hambruna por parte de las Naciones Unidas en dos áreas de Somalia es vista por algunas organizaciones de ayuda humanitaria como una nueva cara de una realidad denunciada desde hace varios años: los somalíes viven una crisis sistemática y crónica, no sólo producto de la sequía sino de la pobreza y el conflicto armado interno.
"En todo el país, cerca de la mitad de la población somalí -3,7 millones de personas- está en una situación crítica. De esas personas, se estima que 2,8 millones se encuentran en el sur del país", señaló en un comunicado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios para Somalia de la ONU.
Para algunos, haber esperado que millones de personas estén en peligro para declarar la hambruna es un poco tarde, mientras que para otros, el anuncio busca mejorar la respuesta internacional a la crisis.
"Lo que es evidente es que con toda la cobertura mediática que ha tenido la situación en Somalia, ahora más con la declaración de hambruna, hay mucha mayor atención por parte de los donantes a esta crisis", le dijo a BBC Mundo, Alfonso Verdú responsable de operaciones en Kenia, Etiopía y Somalia de la organización Médicos sin Fronteras.
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"Eso, junto al anuncio de una las partes del conflicto somalí de que las agencias humanitarias serán bienvenidas, podría llevar a una mayor (y más rápida) presencia operacional de actores humanitarios dentro del país", señaló Verdú.